El medio de
transporte más popular en Malawi, además de los propios pies, es la bicicleta.
Ya he mencionado en otro post la precariedad del transporte en Malawi. Tanto
del privado como del público. Aquí el ciudadano promedio no tiene plata ni para
comprarse una bicicleta. Muy poca gente fuera de la ciudad tiene acceso al
transporte público (de muy mala calidad por cierto).
En mi pueblo, la
bicicleta sirve para muchas más cosas que las “normales”. Creo que nadie la usa
como un instrumento recreativo. Aquí la bicicleta es, primero que todo, un
instrumento de transporte. Sirve para desplazarse grandes distancias. De pueblo
a pueblo, desde las aldeas al pueblo, etc. Además la bicicleta es el medio de
carga más económico. La gente lleva cantidades enormes de mercadería sobre las
bicicletas. Llevan pilas altísimas de leña, varios sacos de carbón o harina de maíz,
muebles (sillas, mesas), animales (gallinas, 2 o 3 cabras, 1 ternero), materiales
de construcción (cemento, láminas de hojalata) y hasta he visto que llevan una
bicicleta sobre otra!
Además la
bicicleta sirve como taxi. En mi pueblo no hay taxis (automóviles), es mas, en
Lilongwe existen muy pocos y el servicio es muy precario. Entonces, si alguien
tiene un poco de dinero que gastar, contrata un servicio de bicitaxi. Esto es
muy popular en mi pueblo. Muchas personas invierten en la compra de una
bicicleta y la adaptan para llevar una persona (o mas!) en la parte trasera.
Las bicicletas tienen un pequeño cojín y una manijita para evitar caídas. Las
bicicletas generalmente son muy viejas (parecen de la colonia!) y muchas no
tienen frenos. Subirse a una es muchas veces más emocionante que subirse a una
montaña rusa!
Lamentablemente,
un accidente de bicicleta aquí puede tener consecuencias muy graves. Mi marido
es el único en todo el pueblo que usa un casco cuando maneja bicicleta. Obviamente,
el casco es tan caro que un malauí cualquiera no puede pagarlo (comenzando por
la necesidad de ir a la capital para comprar uno). Hace unos meses, mi marido
estaba volviendo de trabajar en una aldea lejana cuando unos hombres lo
detuvieron para pedirle auxilio. Un ciclista estaba llevando una pila enorme de
leña y en una mala maniobra perdió el equilibrio y la leña le cayó encima fracturándole
al parecer varias costillas y la clavícula. Mi marido lo llevó en su camioneta
al hospital y pudo observar como este hombre tenía la clavícula expuesta.
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