Mudarse a África
es de por si una aventura. Mudarse a Malawi, uno de los países más pobres del
mundo, es más aventura todavía. Vivir en este pueblito en la región más pobre
de Malawi, llega a ser una especie de desafío personal.
Esta no es la
primera vez que mi marido y yo pisamos continente africano. Lo hemos hecho
individualmente y juntos como pareja. Hemos estado trabajando aquí (por muy
corto tiempo) y como turistas. Además nuestra experiencia en Latinoamérica nos
ha preparado para un nivel de confort que no es el europeo. Es decir sabíamos
que Malawi iba a ser pobre pobre y que en el pueblo donde íbamos a estar iba a
ser más pobre todavía. Sin embargo,
sabíamos también que la vida de expatriados puede ser muy cómoda y que uno no
tiene las carencias de la población en general.
Y esto es cierto, en las ciudades de Malawi, no aquí…
Ya dije (o no?)
que llegamos a la que se considera la mejor casa del pueblo (ayer me enteré que
hay una casa mucho más moderna a muy pocos metros pero se estaba utilizando
como una oficina para una compañía internacional). Tener la mejor casa no
significa estar rodeado de comodidades. Hay bichos! (Hay arañas que llegan a
atemorizar a mi marido!) Además hay paredes que se van cayendo pedacito a
pedacito, igual que los pisos de cemento pulido. Cuando llegamos la cocina no
tenía cerámicos y las paredes estaban bañadas en grasa. La presión de agua en
la ducha es suficiente para que te caiga agua, pero no clasifica como ducha. En
este pueblo no existe recolección de basura, cada quien se encarga de su propia
basura como puede. Aquí tenemos un pozo grande en el jardín, el cual sirve como
tacho y se quema semanalmente. Dicho
esto, comparativamente hablando vivimos en el lujo. Tenemos electricidad y agua
potable, asi como equipo de luces con energía solar y un tanque de agua para
cuando hay cortes de suministro.
El pueblo es
también un reto si uno está acostumbrado a la ciudad. El único supermercado que
hay es Peoples, un supermercado donde la calidad no es prioridad, ni la
limpieza. Además solo hay productos de primera necesidad. Para comprar verduras
hay que ir al mercado del pueblo, y ahí sí que uno ve la necesidad y la
carencia de condiciones básicas de higiene. La verdad es horrible. Hay personas
que lo encuentran “interesting” pero para mi es una pesadilla casi al 100%. Lo
peor es que uno no puede evitarlo. Si quieres tomates, cebolla, berenjenas o
zanahorias tienes que ir allí. No hay lechuga, lo más cercado son unas hojas
verdes que se tienen que cocer antes de comer. No hay más vegetales tampoco, y
todo depende de la temporada porque no hay energía eléctrica, por ende la
refrigeración es solo un concepto lejano. Además la temperatura promedio en
este pueblo es cercana a los 28 grados centígrados, así que todos los productos
se arruinan en poco tiempo. Como este pueblo tiene costa al lago Malawi,
también tenemos mucho pescado. Ustedes se imaginan lo que es la sección de
pescado en el mercado? A mi el olor no me deja entrar. Nunca he comprado
pescado, lo que es muy lamentable porque el “chambo” es un pescado típico de
aquí y es delicioso. Lo he comido en restaurantes (donde hay cierta garantía
porque los pescadores vienen directamente a vender) y me consta que es
buenísimo! Desafortunadamente, el poblador promedio no puede comprar chambo
porque es caro. El pescado mas popular es el usipa, que es pequeñísimo y se
come entero.
En este pueblo no
hay actividades recreativas para adultos (y para los jóvenes son muy escasas).
Solo hay un restaurante que cumple con estándares mínimos para ir a cenar. La
comida hay que ordenarla mínimo dos horas antes de sentarse a la mesa. Para el
almuerzo hay más opciones, pero desafortunadamente aquí no es poco común encontrar
pelos en el plato o que los tenedores vengan con un pedazo de arroz pegado a
ellos. No hay cine, ni biblioteca, ni un parque donde salir a caminar. Ni
siquiera se puede caminar en la orilla del lago por los cocodrilos (en la
noche). Como no hay prácticamente nada de alumbrado público, después de las
seis de la tarde no se ve nada en la calle, y la verdad hay muchos borrachitos
y loquitos dando vueltas, asi que preferimos estar en casa.